14 febrero 2014

El director de la Guardia Civil debe dimitir ipso facto

Son las 20:00 horas y el director de la Guardia Civil no ha dimitido todavía. Este tipo no puede seguir ni un segundo más. En un país normal, cualquiera de nuestro entorno hubiera tenido que dimitir o le hubieran cesado, aunque ya sabemos que España es diferente.

Recordemos que en relación al suceso donde catorce inmigrantes han fallecido en las aguas próximas a Melilla, este tipejo, Arsenio Fernández de Mesa, de forma chulesca acusó a los inmigrantes, a los medios y a las ONG de mentir e injuriar a la guardia civil y amenazó con ponerles una querella criminal. Y mira por donde el único que ha mentido vilmente, ha sido él. Precisamente quien así lo ha avalado ha sido su jefe: el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Pero no pasa nada, aquí no hay quien conjugue el verbo dimitir y tampoco el de cesar.

El Ministro del Interior, que es su jefe, le ha dejado con el culo al aire. Porque ha corregido totalmente las declaraciones de su subalterno. En primer lugar ha dicho que sí se han disparado pelotas de goma en el mar (aunque ha dicho que no directamente a los inmigrantes y sin embargo alguno, como el de la foto, resultó herido) y que los algunos inmigrantes llevaban flotadores, algo que también había negado el interfecto.

Y es que la broma de todo esto son catorce inmigrantes fallecidos aunque al parecer de algunos ilustrados se ha actuado de forma muy legal. Y sabiendo que la mayoría de estos inmigrantes apenas saben nadar, ¿nadie ha pensado que el simple hecho de escuchar el ruido de balas, ver los rifles apuntando, es para que puedan llegar a ahogarse?

Inmigrante herido pelotas-goma Ceuta Nadie puede pensar que un guardia civil sea capaz por cuenta propia de disparar contra nadie. Por lo tanto alguien ha dado la orden. ¿Quién y por qué? Está claro que ha sido un error gravísimo porque si no no lo hubieran negado desde el principio. Lo que si sabemos es que la Agrupación Unificada de la Guardia Civil se ha lamentado de que no exista un protocolo para actuar en estos casos. ¿Es que no es responsabilidad del director de la Guardia Civil esta falta? ¿O acaso este director macarra soluciona los problemas negando la mayor y arremetiendo contra el mensajero?

Son las 20:30 y el director de la Guardia Civil sigue sin dimitir.

Por cierto, que el Ministro del Interior no se puede ir de rositas. Y es que admitiendo ciertas cuestiones negadas por sus subordinados, trata de justificar lo injustificable y habla de grave violencia de los inmigrantes sin decir ni una palabra sobre la infame e ineficaz actuación de la Guardia Civil.

Y es que no se puede esperar mucho más de un ministro opusdeista cuya sensibilidad viene reflejada en su decisión de poner cuchillas en las vallas de Melilla y hablar tranquilamente de que son necesarias y convenientes y de que no hieren, para calificarlas como “instrumentos pasivos de disuasión” cuando se trata de instrumentos activos de tortura.

Se parapeta detrás de la Guardia Civil cuando él es el máximo responsable. Lo que demuestra que prefiere poner un escudo por si acaso le pidieran la dimisión, pero sin embargo no cumple con su obligación que sería, en caso de que no dimitiera, la de cesar al Sr. Arsenio Fernández de Mesa –si es posible antes de que haga el ridículo poniendo querellas contra los que han injuriado a la Guardia Civil, cuando ha sido él el que ha mentido y ha insultado a las ONG y a los inmigrantes—.

Y es que se trata de acabar con la inmigración ilegal como sea. Así, no importa arrastrar a los inmigrantes que vienen nadando hasta tierras marroquíes, aunque hayan pisado tierra española y por lo tanto, se esté cometiendo una ilegalidad.

Este grave problema no se soluciona con concertinas o con pelotas de goma, o pasando el problema a los marroquíes. Se trata de elaborar protocolos para las diversas casuísticas que puedan darse y sobre todo de trasladar este problema a Europa, actuando sin servilismo y siseñorismo. Ante Europa hay que plantarse porque los inmigrantes no vienen a España o a Italia, vienen a Europa, aunque Alemania, Holanda o Dinamarca miren a otro lado.

La ayuda a los países del Tercer Mundo cada día es menor, desde España y desde la Unión Europea, y si no se consigue cierto desarrollo en los países de orígen el problema no se solucionará y se seguirán haciendo canalladas que finalizan con inmigrantes muertos.

Y son las 21:00 horas y todavía el director de la Guardia Civil no ha dimitido y el Ministro del Interior no lo ha cesado. ¡Que se vayan los dos!

Salud y República

3 comentarios:

mariajesusparadela dijo...

Podemos pedirlo a gritos y lo único que conseguiremos será que lo cambien de puesto y le den otro alto cargo: el señor Fernandez de Mesa es el gestor de los "hilillos" del Prestige. Y, si la memoria no falla, la costa se salvó gracias a la población civil gallega y del resto del estado que acudió generosa a limpiar.
Pero don Arsenio lo hizo todo al revés y, ahí lo tienes, de director de la Guardia Civil, ordenando burradas.

Genín dijo...

Ya están tardando los dos en irse a la puta calle, si por mi fuera, el resto del Gobierno, también cuanto antes, y ya puestos, la casa real con ellos!
No caerá esa breva...
Salud

Nano dijo...

Vaya por delante que no justifico bajo ningún concepto el uso de la violencia en cualquiera de sus formas de expresión, sea la que sea. Pero me gustaría hacer una pregunta referente al tema fronteras ¿Cual es el protocolo que debemos seguir? ¿Los regañamos cuando crucen? ¿Ponemos una puerta y solucionado el problema? Más allá de cualquier demagogia, entiendo que este es un problema bastante complicado, y el principio o el final no está el los inmigrantes fallecidos, ni en la guardia civil, ellos son víctimas del problema, ambos me atrevería a decir. ¿Cuantos inmigrantes mueren al año en mano de mafias o intentando llegar a esta u otras fronteras, etc, etc?
Con esto no justifico la actuación de la Guardia Civil, lo que digo es que dejémonos de poner paños calientes y atajemos el asunto de una forma global y realista, que será la única que realmente pueda acabar con el problema.
Cuanto más altas se pongas las fronteras, más alta serán las escaleras que traerán para asaltarlas.