12 octubre 2013

La Vicepresidenta también miente

También la mosquita muerta, la pijita, la repipi, la que parece más educadita, también miente como una bellaca. ¿Será una religión pepera? ¿Por qué mienten todos? Aquí un psicólogo, estudiándolos podría hacer una tesis doctoral, aunque supongo que responde a las famosas técnicas nazis de Goebbels y compañía: “Repetir una mentira de forma continua puede hacerla veraz”. Eso y lanzar cortinas de humo falsas que tapen sus vergonzosas verdades.

Y ahí la tienen a la vice Soraya Saénz de Santamaría que también sabe mentir, eso sí, lo hace con mucha más dulzura y primor que el propio presidente o su lacayo Montoro. Y como siempre que lo hacen, se refiere a un sector de los más débiles de la población, en este caso, los parados.

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No voy a decir que todos los parados son honradísimos y que no hay ninguno que no haga alguna trampa. Sería fanatismo y hooligalismo, justo lo que hacen estos gobernantes peperos con los poderosos: defenderlos a muerte. Pero, de eso a que haya 520.000 parados que han hecho trampas va un abismo, o mejor, una mentira abismal. O sea según esta vicepresidenta el 20% de los que cobran el paro están defraudando porque trabajan y cobran en B.

Esta señora, tan piadosa y relamida, ha hecho trampas, a sabiendas, y ha metido en el saco a todos los que han tenido algún problema administrativo, como falta de algún documento o no presentarse a los controles correspondientes, nada que ver con el fraude que ha afirmado que se produce. Según el mismo ministerio de empleo, en una carta que su compañera de gobierno, Fátima Báñez envió en agosto se habla de 5000 casos en un semestre, lo que hace 15.000 en el periodo en el que la vicepresidenta dice que son 520.000. O sea menos del 3% de lo que ha dicho. ¡Una verdadera mentira intencionada! Y de esos 15.000 habría que saber cuántos trabajan en negro porque el empresario de turno les paga poco y mal –sin que a él le ocurra nada—, sin darles de alta y necesitan un complemento para poder vivir.

Me gustaría saber –eso no lo dicen—, cuántas empresas han defraudado a la seguridad social durante ese periodo y en qué cantidad, porque aquí siempre son los débiles, en este caso los currantes, los que son acusados aunque sea con falsas afirmaciones.

Y es que en vez de dedicarse a perseguir el gran fraude fiscal, que está en manos de pocos, pero poderosos, prefieren que los inspectores se dediquen a vigilar y controlar a los trabajadores y los parados, cuyo fraude es mínimo pero les sirve para verter insidias sobre un colectivo al que desprecian.

Buscan excusas, aunque sean falsas, para bajar las prestaciones por desempleo puesto que el 20% dicen que defrauda, o lanzar una cortina de humo que acapare a los medios de comunicación y así evitar que se hable de las vergonzosas realidades. Y mientras tanto el fraude real, el gran fraude, el que cometen aquellos que se llevan el dinero a paraísos fiscales o los que no pagan el IVA en sus empresas o manipulan balances para pagar menos, ese no importa, ese sólo representa el 80% del total del fraude. O sea, casi nada. Suma y sigue…

Salud y República

2 comentarios:

Genín dijo...

Yo creo que es una cortina de humo para justificar lo que hacen, hacer ver lo mala que es la gente, que también son corruptos, que no solo ellos lo son, joder, a veces pienso si seremos en verdad un pueblo de corruptos, una sociedad corrupta, todo un país de corruptos,me dan escalofríos y me niego a creerlo, pero es que en cuanto un juez o jueza levanta una alfombra, aparece basura...
Salud

Corpi dijo...

¿También? Discúlpeme, sr. Rafa, pero ese adverbio creo que sobra: aquí mienten todos.
Un saludo.